lunes, 3 de febrero de 2014

Dos africanos en Venezuela

[Ricardo José Maciñeiras para El Universal] ¿Cómo terminan dos africanos jugando fútbol en Puerto Ayacucho? Esa es una pregunta curiosa, pero a la vez común para cualquiera que se tome el tiempo para repasar nombre a nombre la plantilla de Tucanes de Amazonas. Y es que en esa lista se encuentran dos foráneos de exótica procedencia, quienes se aventuraron a lo desconocido en persecución de un sueño: desempeñarse en otro continente.

Hoy día lo cumplen y ambos son ídolos en su nuevo lugar de residencia. Sin embargo, esta anecdótica aventura ha demandado sacrificios. El ghanés Livingstone Adjin Ebo (24 años) y el gabonés Franck Obambou (26 -foto-) llegaron a suelo amazónico en julio del año pasado, recomendados por el agente colombiano Oscar Castro. En principio estuvieron a prueba en Tucanes, con el deseo de recibir el visto bueno del director técnico Horacio Matuszyczk para quedarse. Convencieron al entrenador y obtuvieron un contrato hasta mayo de este año.

Ya son seis meses desde el arribo de ambos. Cada uno ha tenido una experiencia distinta. "Ha sido muy difícil, pero lo importante es mantenerse concentrado. No soy de los que se conforma. Quiero llegar más alto", cuenta Livingstone, mediocampista de primera línea. A su vez, el defensor central Franck no oculta que ha disfrutado al máximo: "adaptarme fue fácil, porque aquí el clima es caluroso. En mi país (Gabón) también es así. Solía jugar mucho en la arena. Aquí estoy muy bien, me siento como en casa (...) soy el único jugador gabonés en Sudamérica".

Durante el primer mes, una de las trabas que los dos debieron superar fue la firma de contrato. El pacto era a cambio de un salario en bolívares y no en dólares, una situación atípica para un importado. "Nosotros estamos agradecidos con ellos, porque aceptaron su pago así. Tucanes es una fundación y la ley nos prohíbe hacer acuerdos en dólares. Tampoco tenemos capacidad financiera para pagarle a un jugador 8 o 10 mil dólares", explica José Ramón Garrido, Gerente de Organización del Tucanes, quien agrega que los africanos accedieron por tener principalmente "la intención de proyectarse".

Luego, otro obstáculo fue encontrar un hogar ideal. No obstante, lo consiguieron de forma curiosa. "Ellos estaban en una vivienda, pero se sentían muy solos. Para firmar el contrato les conseguimos un traductor de la zona, un muchacho de descendencia indígena. Se hicieron amigos de él y de su familia. Los dos decidieron mudarse con esas personas que viven en el Barrio Unión de Puerto Ayacucho", relata Garrido.

Lo demás fue materia de adaptación futbolística, mientras lidiaban con la tristeza de estar lejos de casa y de sus seres queridos. Ambos encontraron en el balompié venezolano una oportunidad para expandir sus conocimientos sobre la estrategia. "Este fútbol es más táctico. No es tan físico como el africano. Al principio eso fue más difícil para nosotros, pero el entrenador (Matuszyczk) nos ayudó", detalla Franck. Luego añade que tanto él como su compañero militaron en Sudáfrica, donde "todo es defender duro y entrar con fuerza a la pelota".

Para Livingstone -foto-, quien ha sufrido más los efectos de la nostalgia, han llegado momentos de desahogo. El volante ya marcó dos veces, la última de ellas con un épico disparo de unos 40 metros ante el Deportivo Anzoátegui la semana pasada. Incluso, admite que secuencias como esas son parte de su repertorio: "me gusta tratar de anotar con esos remates difíciles. Los goles motivan. Espero que vengan más".

En cuanto al idioma, se ha ido derrumbando la barrera. Ya Franck dice en español que le gusta "la carne, el pollo, el pescado frito, el arroz y el casabe" de Puerto Ayacucho. Y es que el zaguero habla inglés y francés, esta última la lengua oficial en Gabón y un idioma que él mismo afirma que "se parece mucho al español". Por su parte, Livingstone domina muy poco el castellano, pero se deja escuchar en inglés. "Estoy mejorando con el español. Puedo leer algunas cosas", confirma entre risas.

La peculiar aventura de estos dos africanos en Amazonas, se ha hecho sentir. "Ya son ídolos aquí en Puerto Ayacucho. Salen a la calle y la gente los saluda", narra Garrido. Sin embargo, el gerente confiesa que a los dos "les ha pegado la distancia, sobre todo a Livingstone". Pero, al final, son sacrificios que deben hacer para alcanzar su siguiente meta: dar el salto a Argentina, Brasil o México.

1 comentarios:

Yorbin Sachica dijo...

Saludos.!! Muchachos

Que buena información, los felicito y los admiro porque este trabajo no lo realiza cualquiera..ya conocí estos importantes jugadores, el volante de primera linea Ghanes es una pieza fundamental que muy pronto dejara el Fútbol Venezolano lo observare en otra liga..

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