miércoles, 4 de abril de 2012

Msakni, el Mozart tunecino

[Especial para Promesa de Fútbol] Nacido en la capital tunecina, este joven de 21 años está llamado a ser la bandera de los Águilas de Cártago de aquí a varios años más. De andar exquisito, gran manejo con ambas piernas y un gran disparo de media y larga distancia, desde que irrumpió en el Stade Tunisien comenzó a enamorar con su fútbol a propios y extraños. Tanto que en 2007, lideró al Sub 17 de su país en el Mundial de la categoría que se desarrolló en Corea del Sur. Tres goles en la cita asiática lo empezaron a hacer conocido a nivel mundial, cuando recién estaba dando sus primeros pasos en el plano internacional.

A la vuelta del Mundial, pudo debutar en el primer equipo de su club y a pesar de no contar con demasiadas oportunidades enseguida sus cualidades fueron captadas por uno de los equipos más importantes y exitosos de su tierra: el Esperance. En 2008-2009, en la que fue su primera temporada con los Sangre y Oro, se adjudicó la liga local -con cinco goles incluidos- y la Liga Árabe de Campeones, venciendo en la final al Wydad Casablanca marroquí.

A fines de 2009 llegaría el primer llamado para las Águilas de Cártago, para disputar un partido amistoso ante Gambia en el Stade Olympique d’El Menzah preparatorio para la Copa África 2010. Justamente en el certamen que tuvo lugar en Angola, Msakni hizo su debut en un torneo grande, pero una lesión y el flojo rendimiento colectivo hizo que Túnez se despidiera rápido en la primera ronda.

A fines de ese año, el Esperance llegó hasta la final de la Champions League pero sucumbió ante un Mazembe congoleño que se impuso con un imponente 6-1 en el global. Sin demasiada participación en esa edición del máximo torneo continental a nivel clubes, al año siguiente llegaría la revancha. Dos goles en primera ronda ante el ASPAC de Benín; otro en segunda ante el Jaraaf senegalés, y dos más en las semifinales ante el Al Hilal sudanés lo transformaron en jugador clave del título del Esperance en la Champions 2011.
Ese título le permitió a los comandados por Nabil Maaloul disputar el Mundial de Clubes de Japón. Dos derrotas, ante Al Sadd y ante Monterrey, no impidieron que Msakni fuese de los más destacados del representativo africano. Pocos días después, el Maestro o el Fenómeno -algunos de los apodos con los que se lo nombra-, lideraba a Túnez a los cuartos de final de la Copa África 2012, que organizaron conjuntamente Gabón y Guinea Ecuatorial. Dos goles, en los triunfos 2-1 ante Marruecos y Níger, y una gran performance lo convirtieron en uno de las revelaciones del torneo que consagró a Zambia como campeón. Tanto que muchos lo ubicaron en el equipo ideal del torneo, aunque la CAF (Confederación Africana de Fútbol) lo ubicó como relevo. 

Sin embargo, el sexto puesto obtenido por Túnez no dejó que los clubes europeos dejen de fijarse en Msakni y sus cualidades técnicas. Hoy, mientras el volante creativo piensa en el partido de vuelta de la primera ronda de la Champions ante el Birakam United de Gambia -la ida fue 1 a 1-, muchos clubes de Europa lo tienen en carpeta. El PSG francés parece ser el que está más cerca de hacerse con sus servicios. El Lille, el Burdeos, el Caen, el Arsenal inglés y el Leverkusen alemán, entre otros, tampoco verían con malos ojos la llegada del Mozart tunecino. Lo que está claro es que en un momento u otro, Msakni jugará en alguna liga europea.

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