[Vía La Voz de Galicia] En los últimos años, en los que el Racing pasó seis temporadas en la Segunda División, los ferrolanos ficharon a jugadores de medio mundo, japoneses, chinos, rusos, norteamericanos, australianos, franceses, argentinos, brasileños, uruguayos y hasta un jugador de Kazajistán. Isidro Silveira, el presidente racinguista, siempre vio con buenos ojos este tipo de contrataciones arriesgadas, ya que nunca pudo competir en el mercado nacional por su particular política de ofrecer solo lo que podía pagar.Esta temporada el histórico club ferrolano, que pronto celebrará su centenario, afronta su segundo proyecto para escapar de Tercera. La entidad no perdió el gusto por los extranjeros y tiene en sus filas a tres futbolistas africanos, el costamarfileño Kamate Dramane, el camerunés Ekedi y el nigeriano Elvis Onyema, el último refuerzo, que el domingo podría debutar con la camiseta verde en casa del Estradense.
Hace apenas un par de temporadas (2009/10) Elvis Onyema jugaba a las órdenes de Luis Enrique en el filial del Fútbol Club Barcelona, junto a Thiago, Rafinha, Muniesa, Montoya, etcétera. No convenció y en la temporada siguiente el Barça lo cedió al Recreativo de Huelva, que incluso lo presentó públicamente. Sin embargo, no pasó el reconocimiento médico; supuestamente le detectaron una dolencia cardíaca que le impedía jugar al fútbol. Se pasó media temporada entre médicos y al final la conclusión se reducía a un soplo en el corazón. Al término de la pasada campaña incluso militó en las filas del Leganés pero ni pisó el terreno de juego.
El Racing lo localizó en Móstoles, en donde vive, por medio de un intermediario. El jugador no se lo pensó, vio en el equipo ferrolano, aunque sea en Tercera, una oportunidad para relanzar su carrera. En Ferrol le han hecho ficha de profesional, con su correspondiente Seguridad Social, y no dudan de la buena salud de este nuevo fichaje.
En el Racing ya habían atravesado una experiencia similar con Kamate Dramane, un jugador de Costa de Marfíl, que vistió la camiseta del Ferencváros de la primera división húngara. Como su compañero, llegó a Ferrol con un problema cardíaco, le daban taquicardias y el corazón se le ponía a 200 pulsaciones por minuto. Una intervención en el Chuac acabó con la dolencia y el jugador no ha vuelto a resentirse. En la secretaría técnica del Racing consideran que la fuerza física de los africanos, unida a una cada día mejor técnica, puede resultar en una liga tan disputada como la Tercera gallega.
El ferrolano no es el único club de la categoría que confía en los africanos. El Pontevedra tiene dos, el camerunés Djica Huges Douglas y a Omar Sidibé, de Burkina Faso; hay un nigeriano en el Somozas, Oladapo Oladipo; un camerunés en el Fabril, Ndomo Julien, y el senegalés en el Bergantiños, Julio Bayo.
El Racing lo localizó en Móstoles, en donde vive, por medio de un intermediario. El jugador no se lo pensó, vio en el equipo ferrolano, aunque sea en Tercera, una oportunidad para relanzar su carrera. En Ferrol le han hecho ficha de profesional, con su correspondiente Seguridad Social, y no dudan de la buena salud de este nuevo fichaje.
En el Racing ya habían atravesado una experiencia similar con Kamate Dramane, un jugador de Costa de Marfíl, que vistió la camiseta del Ferencváros de la primera división húngara. Como su compañero, llegó a Ferrol con un problema cardíaco, le daban taquicardias y el corazón se le ponía a 200 pulsaciones por minuto. Una intervención en el Chuac acabó con la dolencia y el jugador no ha vuelto a resentirse. En la secretaría técnica del Racing consideran que la fuerza física de los africanos, unida a una cada día mejor técnica, puede resultar en una liga tan disputada como la Tercera gallega.
El ferrolano no es el único club de la categoría que confía en los africanos. El Pontevedra tiene dos, el camerunés Djica Huges Douglas y a Omar Sidibé, de Burkina Faso; hay un nigeriano en el Somozas, Oladapo Oladipo; un camerunés en el Fabril, Ndomo Julien, y el senegalés en el Bergantiños, Julio Bayo.
0 comentarios:
Publicar un comentario