lunes, 14 de febrero de 2011

África copa la Champions europea

Dakar, Yaoundé, Abiyán, Lagos, Lomé, Bamako y Nairobi son algunas de las muchas ciudades africanas que seguirán con atención los octavos de final de la presente Liga de Campeones. No en vano, varios de sus hijos pródigos estarán en las etapas finales en un torneo que también despierta mucho interés lejos de Europa. El hecho de que Ghana fuese la única selección africana que dio la talla en el pasado Mundial no hace olvidar el enorme potencial de los jugadores cameruneses, nigerianos o marfileños, por citar algunos países que estuvieron en Sudáfrica. Pero la repercusión que no lograron algunas naciones africanas la obtuvo el Mazembe congoleño, club que disputó la final del Mundial de Clubs contra el Inter de Milán. Curiosamente, el gran verdugo de la escuadra de Lubumbashi fue Samuel Eto’o.

El camerunés, que marcó un gol y repartió una asistencia en el cómodo triunfo nerazzurri (0-3), es uno de los muchos futbolistas del ‘Continente olvidado’ que triunfa en el fútbol europeo, pero no el único. Los 16 equipos que han alcanzado los octavos de final de la Champions, excepto el Shakhtar Donetsk, poseen un futbolista africano o con raíces en el continente. Por esta razón, salvo sorpresa mayúscula, la final que se disputará el próximo 28 de mayo en Wembley será seguida con lupa en Costa de Marfil, Marruecos, Nigeria, Mali, Gabón...

Eto’o, que ha ganado el torneo en tres ocasiones (o cuatro si se tiene en cuenta la que logró con el Real Madrid –jugó varios encuentros pero fue cedido a mitad de campaña-), no es el único africano que posee el título. Sin ir más lejos tenemos a sus actuales compañeros de equipo, el ghanés Sulley Muntari -a préstamo en el Sunderland- y el keniano McDonald Mariga. El ghanés Abedi Pelé (Olympique de Marsella, 1993), el camerunés Geremi (Real Madrid, 2000), el ghanés Kuffour (Bayern de Múnich, 2001), el sudafricano McCarthy (Oporto, 2004), el malí Traoré (Liverpool, 2005), el marfileño Touré Yaya y el malí Seydou Keita (FC Barcelona, 2009) también han saboreado el mayor éxito a nivel de clubs del fútbol europeo.

El Manchester United, que ganó el trofeo en 2008, no goza de ningún africano en su primera plantilla (el senegalés Mame Biram Diouf está cedido al Blackburn Rovers), pero sí tiene a dos jugadores nacidos en África: Evra, que nació en la capital de Senegal, Dakar, y Nani, que lo hizo en Praia, la capital de Cabo Verde. Pese a ello, ambos han preferido defender los colores de su país de acogida, Francia y Portugal, respectivamente, en vez de hacerlo por su país de nacimiento (ex colonias galas y lusas). Los padres del atacante Bebe también son originarios de Cabo Verde, pero él nació en Portugal.

Hijos de inmigrantes
El caso inverso no es tan habitual, pero en los últimos años se ha revertido esta tendencia. Así, por ejemplo, Chamakh nació en Tonneins (Francia) pero es internacional con Marruecos. No es el único: André Ayew (Marsella) ha preferido seguir los pasos de su padre, Abedi Pelé, y aparte de ser una de las estrellas del OM, también es un ídolo en Ghana, país que también cuenta con otro expatriado: Kevin-Prince Boateng (Milan), que nació en Alemania. El Tottenham, rival del conjunto rossonero en los octavos, cuenta con el lateral zurdo Assou-Ekotto y el central Bassong. Ambos disputaron el pasado Mundial con Camerún pero nacieron en Francia. En los Spurs también encontramos al indeciso Kaboul, que aún no sabe si defenderá a Francia o al país de sus padres, Marruecos. En enero, el club londinense incorporó a otro africano: el interesante central sudafricano Bongani Khumalo. Y el último refuerzo llegó proveniente del Everton, el también sudafricano Steven Pienaar.

Los ‘amigos’ de Ibrahimovic en Milán
En el primer equipo del Milan también tenemos los ejemplos del joven nigeriano Oduamadi y de Strasser, nacido en Sierra Leona. Los padres del zaguero Onyewu son originarios de Nigeria, pero él se crió en Estados Unidos. También podríamos acordarnos de los jugadores que la escuadra de Allegri tiene cedidos: el ghanés Adiyiah (Partizan), famoso por su buen Mundial sub-20 de 2009, o los hermanos gaboneses Aubameyang (Pierre y Willy). El otro equipo milanés, el Inter, además de los ya citados Eto’o, Mariga y Muntari cuenta con dos jóvenes promesas nigerianas: Obiora y Joel Obi.
Los africanos ‘españoles’
Los tres representantes de la Liga que siguen en la Champions cuentan con un africano en sus filas, pero dos de ellos viven una situación complicada. Seydou Keita no es titular, pero sigue gozando de minutos y tiene la confianza de Guardiola. Mahamadou Diarra, que era tercer capitán del Real Madrid, se marchó al Mónaco. Pero los merengues ya tienen al togolés Emmanuel Adebayor. Aun así, peor le van las cosas a Stephen Sunday, ‘Sunny’, que ni tan siquiera tiene ficha con el primer equipo del Valencia. Lejos han quedado aquellos tiempos en los fue un asiduo de las categorías inferiores de España pese a ser nacido en Lagos. Con todo, Barça, Madrid y Valencia cuentan con varios hijos de inmigrantes africanos: Benzema y Feghouli (Argelia), Khedira (Túnez), Lass (Mali), Miguel (Cabo Verde) o el recién fichado Afellay (Marruecos). El conjunto ché también tenía a Manuel Fernandes (Cabo Verde), que en enero se ha marchado al Besiktas.

El Schalke 04, rival del Valencia en la próxima ronda del torneo, cuenta con el mediocentro camerunés Matip, nacido en Bochum (Alemania) y con el lateral ghanés Sarpei, actualmente apartado del equipo. Y en los últimos días se sumó el también ghanés Anthony Annan, que llegó desde el Rosenborg sueco. El Arsenal, oponente del FC Barcelona, tiene varios africanos en su plantilla: el camerunés Song, el marfileño Eboué y el marroquí Chamakh, además de los ‘desarraigados’ Sagna, Nasri y Diaby, que juegan con Francia y Djourou, nacido en Costa de Marfil, pero internacional suizo.

Los dos conjuntos galos que siguen en liza en la presente Liga de Campeones se nutren de futbolistas de origen africano, algo habitual en la Ligue 1. El Lyon, rival del Madrid, está ‘hermanado’ con el continente negro, pero la ‘colonia’ del Marsella es aún más extensa. En el OM encontramos hasta 16 jugadores de origen africano: Taiwo (Nigeria), N’Diaye y Diawara (Senegal), Mango (Togo), M’Bia (Camerún), Kaboré (Burkina Faso), Jordan y André Ayew (Ghana) y N’Doumbou (Gabón) defienden a una selección africana, mientras que Mandanda (nacido en Kinshasa), Fanni y Edouard Cissé juegan con Francia. Los jóvenes Osei, Kouakbi y Abbes, inscritos en el torneo, son nacidos en el país galo pero sus orígenes están en África. Los Gones cuentan con el senegalés Diakhaté. Gomis, Cissokho, Gassama y Belfodil defienden a los bleus pero también tienen sus raíces lejos del ‘Viejo Continente’.

El Chelsea-Copenhague también contará con varios africanos. Por parte de los blues tenemos a hombres de referencia como Drogba, Kalou, Essien y Obi Mikel; un cuarteto de oro al que le podríamos sumar al lateral Bosingwa, nacido en la RD del Congo, y el prometedor Gael Kakuta, de padres congoleños pero nacido en Lille. La principal referencia ofensiva del conjunto danés es el potente ariete senegalés N’Doye, mientras que dos de las promesas más firmes del fútbol danés como ‘Zanka’ y Zohore son de ascendencia africana. Éste último puede vivir un duelo especial puesto que tiene un parentesco con… Drogba.

Shakhtar, una excepción a medias
La eliminatoria con menos glamour de los octavos es, curiosamente, la menos africanizada de todas. La Roma sólo cuenta con Okaka-Chuka -a préstamo en Bari-, italiano de nacimiento pero de padres nigerianos, mientras que Lucescu no tiene a ningún africano bajo sus órdenes. Aun así, el Shakhtar Donetsk tiene cedido al nigeriano Aghahowa al Sebastopol. Por último está el Bayern de Múnich, que tiene en plantilla a la joven promesa David Alaba, cuyo padre es nigeriano.

Fuente: Don Balón

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